El DJ y productor tuvo su esperado primer gran show en Buenos Aires ante un colmado Hipódromo de Palermo.
Por Augusto Morel
Cuanto más tardaba, más la gente se impacientaba; ya estaban precalentados, comenzaron a llamarlo con aplausos y silbidos, pero no había caso. El productor musical de moda, Bizarrap, nombre artístico de Gonzalo Julián Conde, se materializó en el escenario entre el humo ante miles de celulares, que captaron el espectáculo de sus vidas.
Como buen productor, sabe de la importancia escenográfica: por eso, los juegos de luces, llamaradas controladas y fuegos artificiales complementan el decorado musical.
Solo bastó con un par de arreglos para que Bizarrap se ganase la ovación de su público: la juventud encontró en él a ese ídolo que saltó a la fama del mismo lugar de donde salieron ellos esta mañana, de su cuarto.
Unos 20.000 ‘pibes’ inundaron la primera noche del primer ‘Bzrp Live Tour’ en el Hipódromo de Palermo, que se repetirá viernes y sábado. Les era imposible dejar de saltar y lanzar sus brazos al ritmo de las “Music Sessions”, que rompieron todos los récords de reproducción en Spotify y Youtube.
‘Remixes’ de sus sesiones que mezclaban rap, trap, pero también algo de electrónica, hicieron temblar el suelo a ritmo de los saltos del público. Las mezclas de Bizarrap “hacían volar cabezas”, más aún cuando su mejor amigo e invitado, el ‘Duki’ -uno de los raperos más escuchados de Argentina- saltó endiablado a rapear en el escenario la sesión número 50 en vivo.
Desde su cabina montada y acompañada de pantallas de led, que cubrían más de 3.000 metros cuadrados, ‘Biza’, ataviado con sus características gafas, su gorra y chándal, se quedó anonadado durante un breve momento, como si no creyera lo que veían sus ojos y en donde estaba parado, quizá recordando sus inicios.
Con un programa de mezclas básico, un micrófono de baja calidad y la cámara de celular de un amigo arrancó sus primeras sesiones, que evolucionaron hasta la locura de hoy. Mientras las generaciones pasadas salieron de los garajes de sus padres, los chicos como Gonzalo emergen a los escenarios desde sus cuartos.
“No sé si saben, pero este es mi primer show propio y es muy emocionante para mí. Apenas me salen las palabras, porque estoy muy emocionado”, expresó ante los aplausos de la gente.
Aunque el éxito del productor musical explotó cuando hizo sesiones junto a artistas de talla internacional como Residente o Shakira, algunos de esos trabajos le valieron cuatro nominaciones a los Latin Grammy.
En 2020 fue el artista argentino más escuchado del mundo y en 2021 tuvo cuatro nominaciones a los Latin Grammy bajo la categoría de “Productor del año” y “Mejor Nuevo Artista”.
Sin embargo, el reconocimiento le da igual, él solo quiere ser ese ‘pibe’ de Ramos Mejía, en la zona oeste del conurbano bonaerense, que no deja dormir a sus vecinos con tanta “musiquita”.
Su artesanía musical supo calentar la noche, el recital por momentos se volvía una discoteca al aire libre, nadie entre el público podía dejar de bailar o corear cada tema. Lo visual también jugó un papel importante: el rostro de una loba en cuatro dimensiones se hizo presente ante la ‘oda’ de Shakira, pero lo que se llevó las palmas fue su homenaje al campeón del mundo Lionel Messi.
“No tengo palabras, muchísimas gracias. Fue una locura esto y la verdad, no quiero que termine, gracias por acompañarme en esto”, deseó tras repasar la que iba a ser su última mezcla, pero a pedido de su audiencia debió lanzar uno más.
Su sesión número 52, que hizo con Quevedo, terminó de explotar con fuegos artificiales y el escenario iluminado enfocaba la cara de felicidad de sus seguidores.
Sin duda, Bizarrap deslumbró con una “sesión especial” en Buenos Aires.
EFE.